Con esta configuración, un sensor Kinect captura movimiento y cuatro arrays ultrasonido emiten radiación ultrasónica de presión, que proporciona la ilusión de tocar un holograma.
Por ejemplo, un apretón de manos no es factible debido a que los niveles de ultrasonido para crear la sensación de tocar son demasiado débiles (y con razón, ya que los ultrasonidos fuertes pueden dañar los nervios y tejido). Sin embargo, "es posible acariciar la mano del otro lado y tocarse ligeramente entre sí partes arbitrarias de la mano, compartiendo la sensación háptica".
El objetivo, según el profesor Hiroyuki Shinoda, es "continuar mejorando la función de las sensaciones táctiles para mejorar y enriquecer las comunicaciones humanas".
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